lunes, 15 de agosto de 2016

Orígenes y características


Tzvetan Todorov.
 crítico y teórico literario
"El fantástico es un género narrativo que se mueve entre la representación de la realidad extraña y lo maravilloso, y se articula sobre una duda planteada y mantenida por el narrador y comunicada al lector, acerca de la realidad o irrealidad de lo narrado (...)"





       La literatura fantástica surge con la mitología griega y romana, ya que aparecen seres sobrenaturales. Un claro ejemplo son La Odisea de Homero, y La Eneida de Virgilio. 
    Durante mucho tiempo fue considerada en su acepción psicológica. Desde este punto de vista, todo "producto de la imaginación". Por lo tanto, hasta los relatos más realistas, aquellos que cuentan "lo que paso, o lo que pudo haber ocurrido", se encuentran en su ámbito. En general, los autores realistas plasman los hechos posteriormente a que sucedieron. Evocan, rellenan los huevos de la memoria con su imaginación, rescatan algunos sucesos y dejan de lado otros, lo que supone la utilización de la fantasía. psicológicamente, podríamos decir que toda literatura es fantástica. 

    Recién más allá del siglo XIX, Todorov estudió una serie de obras. fundamentalmente europeas, hizo deducciones y ofreció la primera definición de lo fantástico desde un punto de vista estrictamente literario. 



 Subsistemas de lo fantástico.



    La ciencia ficción, lo fantástico puro, lo maravilloso, sobrenatural, hiperbólico, el realismo mágico y lo real maravilloso pueden constituir perfectamente modos o variaciones de lo fantástico.
    En la ciencia ficción, un núcleo racional predominante o la existencia de un principio científico en juego, importante para la comprensión del argumento, identifican al subgénero. 
Tan cercana a lo fantástico se encuentra la ciencia ficción, que se ha acuñado el término "fantaciencia" o fantasía científica" para estos relatos. 
    En lo fantástico "puro", se enfrentan las explicaciones naturales y sobrenaturales de los hechos, sin decidirse por ninguna de las dos. Así como no hay necesidad de que surja una duda sobre lo que nos cuentan, tampoco el intérprete debe decidirse al final del relato por una de las dos opciones. 

    En lo maravilloso, la presencia continua de prodigios o eventos inexplicables, obedece a un medio alterado, donde ya de por sí no operan leyes naturales. No hay duda sobre lo inverosímil o la imposibilidad de que ocurra lo narrado. Lo normal es lo anormal. Dentro de esta tendencia podemos incluir a los cuentos de hadas y a lo maravilloso cristiano. Un claro ejemplo de esto puede ser el cuento de la Cenicienta ¿Conoces algún otro?
    En lo sobrenatural se distingue una función protagónica de los seres sobrenaturales, llámense vampiros o hombres-lobos, lobizones, superhéroes o demonios. 
En lo hiperbólico, ingresan aquellas exageraciones humorísticas. En todas las ocasiones lo hiperbólico no deviene en fantástico, pero como señala Campra: "un fenómeno caracterizado como hiperbólico no tiene porqué implicar una tensión fantástica, la finalidad que los determinan, surge inevitablemente esa tensión. 
    El realismo mágico puede hacer referencia a la fusión de lo real y lo maravilloso. Se interesa por mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. No es una expresión literaria mágica. Su finalidad no es suscitar emociones, sino, más bien expresarlas, y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad.
    En lo real maravilloso a que hace Alejo Carpentier, conviven "lo insólito, singular, inhabitual, feo, hermoso, jubiloso o lúgubre". Es, decir, debe tener la cualidad de asombrar a las personas al salirse del molde de las normas.